Amalactar

Anyela Balguera

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Amalactar nace en abril del año 2016, como un servicio para las madres que no reciben atención de lactancia en los hospitales públicos o privados donde habían nacido sus bebés, lo cual les ocasiona un duro inicio del proceso de lactancia, lleno de grandes dificultades y prejuicios, madres decididas a amamantar, solicitaron un apoyo que no conseguían en sus médicos o familias.

Tres profesionales unen sus talentos y su amor por la lactancia para crear un emprendimiento que brinda asesorías a las madres. Anyela Balaguera, enfermera pediátrica y consejera de lactancia, certificada por la Universidad Central de Venezuela y Unicef con más de 10 años de experiencia. Tamara Rosales, pediatra infectóloga y consejera de lactancia y Liscar Bonilla, periodista y la primera madre que recibió el acompañamiento de lactancia desde su etapa prenatal.

6 años han transcurrido, logrando crecer y alcanzar a un número importantísimo de mujeres y familias a través de asesorías, talleres grupales y empresariales, conexiones en vivo en redes sociales, trabajo social para madres migrantes en situación vulnerable y actividades educativas al personal de salud. 

A lo largo de estos años y aún con las grandes dificultades que ha traído la pandemia, consideramos que nuestro alcance ha sido significativo, porque cada madre y familia alcanzada es una estadística valiosa.

En estos años hemos podido contabilizar:

  • Asesorías personalizadas: +700 madres atendidas de forma online y presencial, principalmente en la ciudad de Quito y sus alrededores, también en Guayaquil e Ibarra y otros países de forma virtual.
  • Talleres grupales y empresariales: +60 alcanzando a más de 550 mujeres.
  • Asistencia social para madres migrantes en condición vulnerable.
  • Apoyo social en la Unidad de Neonatología del Hospital Carlos Andrade Marín.
  • Docencia en diferentes capacitaciones dictadas por Facmed.
  • Speaker para alianzas en diferentes plataformas digitales.

 El alcance de Amalactar, posiblemente no pueda ser medido de forma estadística perfecta, sin embargo, cada madre acompañada, sostenida y apoyada en cada rincón de esta hermosa ciudad, desde zonas periféricas como Zabala, pasando por los valles de Tumbaco, Valle de los chillos, el centro de la ciudad, viajando hasta Cayambe, Puembo o Pifo, atendiendo a diversos estratos económicos desde hogares muy humildes hasta familias de buenos recursos económicos, permiten asegurar que el objetivo planteado de ser referentes de calidad en el servicio de lactancia, se está cumpliendo a cabalidad y con cada historia vivida las fuerzas se renuevan para mantenernos en este camino.

En Amalactar estamos cambiando el mundo, un bebé a la vez.